Abrázame fuerte

Siete conversaciones para lograr un amor de por vida

abrazo

"Cuando examinamos y comprendemos, o, como digo yo, «ordenamos y destilamos» la experiencia, por muy doloroso que haya sido el proceso, se tiene una sensación de alivio y empoderamiento."

"La habilidad para atender a las confesiones más íntimas de nuestra pareja es el principio de la receptividad y el compromiso mutuo. La palabra «atender» viene del latín ad tendere, que significa alargar la mano hacia algo."

"Lo que significa para las parejas es que existe una energía tangible con el solo hecho de mirarse mutuamente. Nos ayuda a estar emocionalmente atentos y a detectar las claves no verbales de nuestra pareja. Esto da lugar a un nivel de compromiso y empatía que se pierde en cualquier otra conversación menos directa. Las neuronas espejo nos permiten percibir la emoción expresada por otra persona y sentir dicha emoción en nuestro propio cuerpo. Es la ratificación científica del concepto de apego que dice que la auténtica conexión consiste en «sentirse sentido»."

"Seguramente esta es la misma conexión de pensamiento, cuerpo y emoción que sienten las parejas felices cuando hacen el amor o la que la madre y el bebé experimentan cuando se miran, se tocan y se arrullan. Se están moviendo en sincronía emocional, sin que haya un pensamiento consciente ni una sola palabra. Hay calma y alegría. Las neuronas espejo no son la única explicación. Un número significativo de estudios recientes han ampliado nuestro conocimiento de las bases neuroquímicas del apego. Esta investigación muestra que, en momentos de compromiso emocional responsivo, nuestro cerebro se empapa de oxitocina. Conocida también como la «hormona del amor», la oxitocina, que solo producen los mamíferos, se relaciona con estados de felicidad y bienestar. Parece crear una cascada de placer, consuelo y tranquilidad."

"En los humanos, la oxitocina se segrega cuando nos encontramos cerca o tenemos contacto físico con una figura de apego, particularmente durante momentos de emociones intensas, tales como el orgasmo o la lactancia."

"La oxitocina también reduce la liberación de hormonas del estrés como el cortisol."

"En múltiples estudios se ha comprobado que las mujeres retienen recuerdos más fuertes y más vívidos de los acontecimientos emocionales que los hombres. Esto es, al parecer, un reflejo de las diferencias fisiológicas de los cerebros, no un indicador del nivel de compromiso en la relación."

"Pero después del primer arrebato incontenible de deseo, ¿qué lugar ocupa el sexo en una relación? Aparte de animarnos a acercarnos, ¿puede también el sexo ayudar a que sigamos juntos, a consolidar una relación duradera? Definitivamente, sí. De hecho, el buen sexo es una experiencia muy fuerte para crear vínculos. La pasión del enamoramiento no es más que el aperitivo. El plato principal de una relación a largo plazo es el sexo amoroso."

"En realidad, el vínculo seguro y una sexualidad totalmente satisfactoria van de la mano; se estimulan y se potencian mutuamente. La conexión emocional da lugar a un sexo genial, y el sexo genial da lugar a una conexión emocional más profunda. Cuando las parejas ofrecen disponibilidad emocional, respuesta e involucramiento, el sexo se convierte en un juego íntimo, una aventura segura. Las parejas seguras se sienten libres y confiadas para rendirse a las sensaciones en los brazos del otro, para explorar y cubrir sus necesidades sexuales, y compartir sus alegrías, deseos y vulnerabilidades más íntimas. Así, hacer el amor es hacer el amor de verdad."

"Pensemos en el desinterés sexual como la versión amorosa del «canario en la mina»."

"Sexo impersonal

En el sexo impersonal, el objetivo es reducir la tensión sexual, alcanzar el orgasmo y sentirse satisfecho de la propia destreza sexual. Se da con aquellas personas que nunca han aprendido a confiar y no quieren abrirse, o que se sienten inseguros con su pareja. El foco está puesto en la sensación y el rendimiento. El vínculo con la otra persona es secundario. Este tipo de sexo impersonal es tóxico en una relación amorosa. La pareja se siente utilizada y cosificada en vez de sentir que se la valora como persona."

"El sexo impersonal parece ser mayoritariamente una práctica de hombres. Esto puede que se deba a la hormona testosterona, que enciende el impulso sexual, o puede que sea puro condicionamiento cultural. A los hombres se les enseña desde muy temprana edad que demostrar demasiada emoción es de débiles. Al no saber dónde colocar la frontera, muchas veces deciden evitar las emociones por completo."

"Sexo de consuelo

El sexo de consuelo es el que practicamos cuando buscamos que se nos confirme que somos valorados y deseados; el acto sexual no es más que ajustarse a los deseos del otro. El objetivo es aliviar nuestros miedos de apego. Hay más compromiso emocional que en el sexo impersonal, pero la emoción principal que gobierna la danza sexual es la ansiedad."

"Tenemos una necesidad vital de contacto desde nuestros primeros momentos de vida hasta el final de nuestros días, apunta Tiffany Field, psicóloga del desarrollo de la Universidad de Massachusetts, que defiende que los norteamericanos están entre los pueblos menos táctiles del mundo y sufren de «hambre de contacto». En los niños, la falta de contacto, de abrazos y caricias, parecen dificultar el crecimiento del cerebro y el desarrollo de la inteligencia emocional, es decir, de la habilidad para organizar las emociones."

"Sexo sincrónico

El sexo sincrónico es cuando la apertura y la receptividad emocional, las caricias tiernas y la exploración erótica coinciden. Así es como debería ser el sexo. Es el sexo que llena, satisface y conecta. Cuando la pareja tiene una conexión emocional segura, la intimidad física puede retener todo su ardor y su creatividad iniciales y llegar a más todavía. Las parejas pueden ser tiernas y lúdicas un momento y salvajemente eróticas el momento siguiente. Se pueden concentrar en alcanzar un orgasmo en un momento dado y luego desplazarse suavemente al lugar que el poeta Leonard Cohen sitúa «a mil besos de profundidad»."

"Demuestran que todavía podemos tener relaciones sexuales espontáneas, apasionadas y divertidas y hacer descubrimientos sorprendentes sobre nuestras parejas después de décadas de relación. Demuestran que podemos conectar y reconectar, enamorarnos una y otra vez, y que el erotismo consiste esencialmente en un juego y en la capacidad de «dejarse llevar» y rendirse a la sensación. Para ambas cosas necesitamos la seguridad emocional."

"No es de extrañar que una reciente encuesta sobre el sexo en Estados Unidos que llevó a cabo Edward Laumann, de la Universidad de Chicago, muestre que las parejas casadas que han pasado años juntas y han cimentado una seguridad emocional tienen sexo más a menudo y más satisfactorio que las personas que no se han casado."

"Una gran parte de mantener el amor vivo consiste en reconocer estos momentos clave de conexión y colocarlos en un lugar bien visible para los dos, igual que hacemos con las fotos de familia de los buenos tiempos. Nos recuerdan lo valiosa que es nuestra relación y lo que se siente al tener una conexión de proximidad. Nos recuerdan las maneras sencillas de transformar el mundo de nuestra pareja con el poder de nuestro cariño."

"Lo que uno no reconoce se desvanece."

"También recuerdo que mi hijo, muchos años más tarde, se quejaba: «Estoy ocupado. ¿Por qué tenemos que hacer esas cenas de los domingos, vamos a ver?». Mi hija pequeña le replicó fulminante: «Porque es domingo y somos una familia y eso es especial, estúpido»."

"Diferenciar los asuntos de apego de los problemas prácticos, para que más tarde se puedan afrontar juntos con facilidad, es una parte clave para mantener un amor fuerte. En nuestro primer estudio usando la TFE, en los años ochenta, descubrimos que las parejas que aprendían a recurrir al otro y a crear un vínculo más seguro enseguida se convertían en expertas en resolver los problemas cotidianos que habían entorpecido sus relaciones. De repente colaboraban y se mostraban abiertas y flexibles."

"El psicólogo Robert Karen, en su libro Becoming Attached [Cobrando apego], nos recuerda que, para disfrutar de un amor fuerte y duradero que ayude a las parejas a crecer emocional e intelectualmente, no necesitamos ser ricos, listos ni divertidos. Basta con que «estemos ahí», en toda la extensión de la frase. Si podemos hacerlo, el amor puede hacer algo más que durar… puede florecer una y otra vez."

"Usted acaba de realizar un viaje a través de la nueva ciencia del amor. Esta ciencia nos dice que el amor es más importante incluso de lo que aseguran las canciones más almibaradas. Pero el amor no es una fuerza mística y misteriosa que nos hace volar, como sugieren esas canciones. Es un código de supervivencia y contiene una exquisita lógica que ahora somos capaces de entender. Esto significa que una relación de amor duradera y profundamente satisfactoria no es un sueño, sino un objetivo alcanzable para todos nosotros. Y eso lo cambia todo."

"Cuando uno tiene una pareja receptiva, tiene una base segura en medio del caos. Cuando uno se encuentra emocionalmente solo, está en caída libre. Tener a alguien en quien se puede confiar para encontrar conexión y apoyo hace más sencilla la curación de los traumas."

"Nos ha cambiado el calor del aliento del dragón."

"Necesitamos que nuestra pareja sea el refugio seguro y también un testigo autorizado de nuestro dolor, que nos asegure que no tenemos la culpa de lo que ocurrió y que no somos débiles por sentirnos indefensos y abrumados. Una relación de amor segura funciona como un escudo protector cuando nos enfrentamos a los monstruos y los dragones, y nos ayuda a sanar cuando el dragón se ha ido."

"Aprender a reforzar los vínculos del amor es una tarea urgente. La conexión amorosa nos proporciona una red de intimidad eficaz que nos permite enfrentarnos a la vida y vivir bien. Y eso es lo que da sentido a nuestras vidas. Para la mayoría de nosotros, en nuestro lecho de muerte, será la calidad de nuestra conexión con nuestros seres queridos lo que más cuente."

"«alimentamos y vestimos a un bebé humano pero le privamos de contacto emocional, morirá». Pero nos han enseñado a creer que los adultos somos un animal diferente."

"La perspectiva del apego reconoce que nuestra necesidad de conexión emocional con otros es absoluta. Miles de estudios de psicología del desarrollo entre madre e hijo, análisis sobre los vínculos entre adultos e investigaciones de la neurociencia moderna confirman que cuando estamos involucrados en relaciones de intimidad, somos verdaderamente interdependientes. No somos como pequeños planetas separados que giran alrededor del otro. Esta dependencia sana es la esencia del amor romántico. Los cuerpos de las parejas están unidos en un «dueto neuronal». Una de las personas emite señales que alteran los niveles hormonales, la función cardiovascular, los ritmos corporales e incluso el sistema inmunológico de la otra. En la conexión amorosa, la oxitocina, la hormona del amor, inunda los cuerpos de las parejas y aporta una tranquila alegría y la sensación de que todo va bien en el mundo. Nuestros cuerpos están programados para este tipo de conexión."

"¿Cómo funciona el amor?

Para lograr un vínculo amoroso duradero tenemos que ser capaces de conectar con nuestros anhelos y necesidades más profundos, y convertirlos en señales claras que ayuden a nuestra pareja a respondernos. Tenemos que ser capaces de aceptar el amor y de devolverlo. Por encima de todo, tenemos que reconocer y aceptar el código primigenio del apego en vez de despreciarlo y darle la espalda. En muchas relaciones amorosas, las necesidades y los temores del apego se convierten en segundas intenciones que condicionan las acciones, pero nunca se reconocen. Ha llegado el momento de reconocer esas intenciones para que podamos intervenir activamente en modelar ese amor que necesitamos tan desesperadamente. Para dar forma al amor, tenemos que ser abiertos y responsivos, tanto emocional como físicamente."

"La conexión es deliciosa, los abrazos son profundamente calmantes y satisfactorios, tanto si los damos como si los recibimos. A la mayoría de nosotros nos encanta tener a un bebé en brazos. Es muy agradable, tan agradable como resulta abrazar a nuestra pareja. Pero el apego y el vínculo no son todo el meollo de la cuestión. El amor adulto también incluye la sexualidad y los cuidados. El apego es la base de todo, el andamiaje sobre el que se construyen estos elementos. Las interconexiones son evidentes. La sexualidad es mejor cuando existe una conexión segura. El riesgo que es esencial en el erotismo no proviene de una constante novedad superficial, sino de la habilidad para permanecer abierto para tu pareja en ese momento. Los cuidados y el apoyo pragmático surgen de forma natural cuando nos sentimos cercanos y conectados. Ernest Hemingway escribió: «Cuando amas quieres hacer cosas por. Quieres sacrificarte por. Quieres servir». Sabemos por las investigaciones que las parejas seguras son más sensibles a la necesidad de cuidados del otro."

"Pero hacer que el amor funcione también significa aceptar que, incluso cuando va bien, siempre es un trabajo sin fin. Justo cuando está todo en orden, ¡uno de los dos cambia! Ursula Le Guin, la novelista, nos recuerda que el amor «no se limita a permanecer sin más, como una piedra. Hay que hacerlo como el pan, una y otra vez, siempre nuevo»."

"–Sentimos una necesidad absoluta de que los demás respondan positivamente a nuestra llamada, para ofrecernos un refugio seguro. –La inanición emocional es una realidad. Sentirse emocionalmente desamparado, rechazado o abandonado dispara el dolor y el pánico emocional y físico. –Hay muy pocas formas de enfrentarse con nuestro dolor cuando las necesidades primarias de conexión no están cubiertas. –El equilibrio emocional, la calma y una vibrante alegría son las recompensas del amor. La pasión sentimental es el premio de consolación. –No existe un rendimiento perfecto ni en el amor ni en el sexo. La obsesión por el rendimiento es un callejón sin salida. Lo que importa es la presencia emocional. –En las relaciones no existe una simple relación causa-efecto, ni las líneas rectas, solo los círculos que las parejas trazan juntas. Todos nos empujamos los unos a los otros a bucles y espirales de conexión y desconexión. –La emoción nos indica exactamente lo que necesitamos, si somos capaces de escuchar y utilizarla, es una guía. –Todos apretamos el botón del pánico de vez en cuando. Perdemos el equilibrio y caemos en modo de control ansioso o en la indiferencia y la evitación. El secreto es no quedarse en esa situación. Eso dificulta a su pareja llegar hasta usted. –Los momentos clave en la creación de vínculos, en los que una persona recurre a otra y esta responde, exigen valor, pero son mágicos y transformadores. –Perdonar las heridas es esencial y solo ocurre cuando los integrantes de la pareja llegan a comprender su propio dolor y saben que su compañero identifica y siente ese dolor como algo que comparten.

–La pasión duradera es perfectamente posible en el amor. El errático calentón del enamoramiento no es más que un preludio; un vínculo amoroso bien sintonizado es la sinfonía. –El abandono mata el amor. El amor necesita atención. Conocer las necesidades de apego de uno mismo y responder a las de nuestra pareja puede hacer que ese vínculo dure «hasta que la muerte nos separe». –Todos los tópicos sobre el amor (cuando las personas se sienten amadas son más libres, más vivas y más fuertes) son más ciertos de lo que podemos imaginar."

"Que las parejas se encuentren unidas por un vínculo fuerte y seguro hace algo más que fortalecer su conexión mutua. El círculo de la respuesta amorosa se expande como las ondas de una piedra lanzada a un estanque. Formar parte de una relación amorosa aumenta nuestro cariño y compasión por los demás, dentro de nuestra familia y de nuestra sociedad. En una pionera investigación sobre el apego, Mary Ainsworth descubrió que desde una edad tan temprana como los tres años, los niños que se sienten seguros con sus madres son más empáticos con los demás. Cuando no tenemos que preocuparnos por la seguridad con nuestros seres queridos tenemos, de manera natural, más energía para dar a otros. Vemos a los demás de forma más positiva y estamos dispuestos a conectar emocionalmente con ellos. Sentirse amado y seguro nos convierte en personas más amables y más tolerantes."

"Desde hace décadas sabemos que las familias felices empiezan por una relación de pareja feliz. Cuando nos sentimos agobiados y peleamos constantemente con nuestra pareja, esto se trasmite a las relaciones con nuestros hijos. Es evidente, más allá de toda duda, que los conflictos entre los padres son malos para los hijos. Cuando estamos frustrados y nerviosos, nuestra forma de educar a los hijos sufre. En la mayoría de los casos, nos volvemos más duros y más incoherentes. Pero es algo más que un problema de disciplina. Si nos encontramos luchando en una relación que no es feliz, con frecuencia estamos emocionalmente desequilibrados y nos resulta más difícil estar abiertos y en verdadera sintonía con los más pequeños. Y dado que no estamos emocionalmente presentes para ellos, les faltan nuestra guía y nuestras enseñanzas."

"Pero los terapeutas llevan años diciéndonos que si queremos ser unos buenos padres de verdad es preciso que o bien hayamos tenido unas infancia segura y llena de amor, o acudamos al counseling para asumir una infancia menos amorosa. Mi experiencia es que, incluso si hemos tenido una infancia que nos ha dejado con montones de dificultades emocionales y nunca hemos ido a ver a un terapeuta, construir un matrimonio mejor puede convertirnos en mejores padres."

"Las buenas relaciones entre parejas sentimentales no son solo una preferencia personal, son un bien social. Cuanto mejores sean las relaciones amorosas, mejores serán las familias. Y las familias mejores y más amorosas hacen comunidades mejores y más solidarias."

"Cuanto más aprendemos, más conscientes somos de todo lo que no sabemos."

"«Siempre es más hermosa la respuesta que formula una pregunta más hermosa»."